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Pero estas tan bellas providencias fueron esteriles y carecieron de fruto y efecto; porque el príncipe don Juan descuidado de los negocios mas serios de la monarquía y abandonando el gobierno del reino al arbitrio de valídos señaladamente de don Alvaro de Luna, quedó enervada la autoridad del consejo y supremos tribunales y la fuerza de las leyes y fue necesario que su hijo Enrique cuarto príncipe de bellas esperanzas y que emprendió cosas grandes luego que subió al trono cuyo honor y decoro supo mantener al principio de su reinado, meditase en restablecer el alto consejo como efectivamente lo hizo en el año de I publicando unas nuevas ordenanzas en que refundió las de don Juan primero, Enrique tercero y don Juan segundo. Otras chicas que prestan Lesbico: Masaje relajante getafe, Putas jóvenes Almada, Putas abuelas en Calella
